Si eres de una generación cercana a la mía (la de Naranjito) recordarás la sintonía del programa que pone título al email y da paso a la emoción del día…. la Sorpresa.
Ay… qué difícil valorar si la sorpresa es algo que queremos experimentar más frecuentemente o no. Porque… hay sorpresas buenas y sorpresas malas.
Cuando no sé bien cómo entrarle a una palabra suelo buscar su significado y etimología, a ver si me da pistas.
Sorprender
Del fr. surprendre, de sur- 'sobre-' y prendre 'prender'.
1. tr. Pillar desprevenido.
2. tr. Conmover, suspender o maravillar con algo imprevisto, raro o incomprensible.
3. tr. Descubrir lo que alguien ocultaba o disimulaba.
El caso es que reflexionando acerca de la sorpresa, he pensado que no suele venir sola.
Porque si lo que sucede en la acepción (1.), viene cargado del acto de maravillarse .(2) - esto solo lo entiendo positivamente, aunque hay personas que me maravillan y no precisamente por nada bueno- es posible que despierte algo que tiene un sabor parecido a la Alegría.
Mientras que si lo que sucede en la acepción (1.), si viene cargado de algo no demasiado bonito que alguien te ocultaba (3.) puede desencadenar rápidamente en Miedo, Tristeza o Ira.
Esto, tal y como lo veo, coloca a la Sorpresa como el equivalente a una falla geológica emocional cuya consecuencia puede ser un Tsunami interno dificil de controlar.
Y por eso, a las personas a las que nos gusta tener la vida bajo control, cuando nos anticipan o nos olemos que nos darán una sorpresa, nos pasa como a Conchi.
Así que dale a las 3 reflexiones diarias a ver qué sale…
Escribe 3 sorpresas recientes.
Si al escribir esto te das cuenta de que te estás polarizando hacia sorpresas negativas, haz el ejercicio de intentar recordar también 3 sorpresas positivas. Nuestro cerebro tiende a obviar lo bueno porque está programado para resolver problemas.
¿Hay algo en común en las cosas que te pillan por sorpresa? ¿Son sorpresas reales, o es falta de previsión?
Y ahora, revisando su cuadrante … escoge las tres cualidades que representan mejor cómo vives la Sorpresa (zona rosa). En este caso te animo a que analices cómo vives las sorpresas positivas, y también las sorpresas (o sustos) negativas.
¿Cómo se siente la Sorpresa en tu cuerpo?
En este caso, me parece interesante que te preguntes, si analizando tu experiencia vital dirías que quieres más sorpresas en tu vida o lo contrario. Esto también te puede dar una pista de qué tipo de sorpresas han sido las que te han marcado.
En mi caso más allá de las sorpresas me incomoden sea cual sea el resultado… pongo mucha atención en no permitir que disminuya (suele hacerlo con los años porque creemos que lo sabemos y lo hemos visto todo) mi capacidad de maravillarme con la vida.
Por eso, dentro de mi ejercicio de journaling diario, más allá de escribir 3 cosas por las que esté agradecida, suelo incorporar al final del día la siguiente reflexión:
Tres cosas sorprendentes que pasaron hoy.
Así que hoy, domingo, te invito adicional e intencionalmente a que respondas a eso. Y si te quedas con las ganas, a que lo extiendas al fin de semana.
Y si todavía tienes más ganas… A que lo incorpores en tu día a día.
Yo hoy brindo por el deseo de que alguno de estos correos te sorprenda positivamente con algo que no supieras o hubieras pensado antes.